Ante indicios, era indispensable investigar de inmediato, señala
El ex presidente de Cuba Fidel Castro acusó a México y Estados Unidos de haberse convertido en los exportadores mundiales de la epidemia por el virus de la influenza A H1N1 y de nuevo criticó al gobierno del presidente Felipe Calderón por no haber informado con oportunidad al mundo sobre el brote.
En una nueva reflexión, Castro aseguró que en México “nada ha cambiado durante los últimos ocho años, excepto el virus”, y, al igual que hace un par de días, sugirió que la información no se difundió ante la cercanía de la visita del presidente de Estados Unidos a México, Barack Obama, quien estuvo en la ciudad de México en gira de trabajo los días 16 y 17 de abril.
“¿Sería posible que en México, los días 16 y 17 de abril nadie conociera una palabra del obsequio que desde ese país se le haría al mundo seis días después? ¿Ni siquiera los organismos de inteligencia de Estados Unidos, expertos en información, conocían lo que estaba a punto de ocurrir?”, se pregunta Castro en su escrito.
Después de la primera acusación hecha por Castro al gobierno de México, acerca de que se escondió la existencia de la epidemia, tanto el presidente Felipe Calderón como la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, aseguraron que el gobierno informó de manera oportuna sobre el brote y añadieron que esa información ayudó a otras naciones y evitó que se diera un mayor número de muertes tanto en el territorio nacional como en otros países.
“No es un favor del gobierno de México al mundo, como algunos pretenden”, dice Castro en la reflexión difundida en el portal de internet CubaDebate.
El ex presidente cubano elaboró una cronología basada en información pública difundida por medios de comunicación mexicanos, con las fechas en las que se presentaron los primeros indicios de que había un nuevo virus en el ambiente.
“En cualquier país, con esa información era indispensable una investigación inmediata y seria sobre el asunto”, opina Fidel Castro.
Añade: “Cada día aparecían nuevos países afectados y, casi sin excepción, se relacionaba con personas que habían regresado de México. Hace tres días se anunció que China, una inmensa nación con más de mil 300 millones de habitantes, anunció un caso positivo del virus AH1N1, transmitido en ese caso por un joven chino que estudia en Estados Unidos. Este país y México se han convertido en exportadores mundiales de la epidemia. Tal vez esa fulminante expansión pudo evitarse”.
“¿Qué significa para Cuba una de estas epidemias? Nuestro país no tiene acceso a la compra de cualquier medicamento, materias primas o equipos o componentes de equipos diagnósticos que produzcan las transnacionales norteamericanas, en virtud de la extraterritorialidad que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto al mundo. ¿Por qué acusarnos de ser enemigos del pueblo mexicano cuando adoptamos medidas de antemano elaboradas para proteger a nuestro pueblo? ¿Quién le dice ahora a China cómo debe proteger a su población? ¿Por qué mentir? ¿Por qué hablar de supuestas represalias, como fue suspender un viaje ya suspendido? ¿Acaso es más importante el dinero del turismo y las líneas aéreas que la vida de un compatriota? ¿Por qué amenazar? Nosotros no somos culpables de las drásticas medidas que la epidemia obligó a aplicar al gobierno mexicano”, sostiene.
El gobierno de Cuba no ha realizado ningún pronunciamiento oficial público en el que se diga si las reflexiones del ex presidente Castro son a título personal o expresan la postura del régimen del presidente Raúl Castro.
Las primeras declaraciones y acusaciones del ex presidente cubano Fidel Castro fueron rechazadas por el gobierno mexicano, el cual aseguró que éstas “enrarecen” la relación bilateral. Redacción (El Universal)
viernes, 15 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario