Después de que Rosy notificó al plantel educativo para que tomaran las medidas de prevención necesarias, las madres de familia y vecinos de ese sector habitacional se enteraron y su reacción no fue nada agradable.
Una familia conformada por una joven pareja de esposos y sus tres hijos, habitantes de la colonia Campillo Sáenz de Gómez Palacio, sufrieron discriminación por parte de sus propios vecinos, quienes incluso pretendieron desalojarlos de su hogar.
Y es que a los tres menores; un niño de 7 años, una pequeña de 10 y un joven de 15 se les diagnosticó Influenza.
Los hechos se registraron la semana pasada cuando Rosy, madre de los tres menores que resultaron contagiados observó que su hijo de 7 años tenía temperatura elevada. En cuestión de horas sus otros dos hijos, la niña de 10 y el adolescente de 15 también enfermaron.
“Yo me fui de inmediato al Seguro.
Ahí les hicieron una prueba y me dijeron que mis hijos tenían influenza, en ese momento no me precisaron si era de la estacional o la del nuevo virus.
Para evitar contagios pues fui con el director de la escuela donde estudian mis hijos los más chicos y les dije que les habían detectado influenza, después me arrepentí”, expresó.
Después de que Rosy notificó al plantel educativo para que tomaran las medidas de prevención necesarias, las madres de familia y vecinos de ese sector habitacional se enteraron y su reacción no fue nada agradable.
“Me mandaron hasta la patrulla y estaba aquí afuera una ambulancia. Yo estaba adentro de mi casa con mis tres hijos y llegó un paramédico a preguntarme que qué estaba pasando porque le habían hablado diciéndole que tenía a mis niños muy graves.
Yo le dije que tenían influenza pero que ya estaban en tratamiento”.
Los paramédicos se disponían a retirarse del lugar, pero los vecinos no los dejaban, querían que se llevaran tanto a la madre como a los tres menores de la colonia, pues decían que no querían resultar contagiados.
“El joven de la Cruz Roja regresó a mi casa y me dijo que saliera a calmar a mis vecinos, que no los dejaban ir hasta que nosotros nos fuéramos con ellos. Yo no salí tenía miedo de que me fueran a linchar”, mencionó Rosy al recordar el amargo momento.
La madre de familia preocupada por su seguridad pero sobre todo la de sus pequeños se comunicó con su esposo quien se encontraba en el trabajo.
Él llego minutos después muy asustado, hasta la fecha sigue molesto por la situación que le hicieron pasar sus seres queridos.
“Yo le hablé a mi esposo, cuando llegó estaba bien asustado, dice que venía dispuesto a sacar palos y lo que fuera para defenderme pues creía que me estaban agrediendo. Sigue muy enojado, ya no quiere que tratemos el tema.
Mis vecinos, el encargado de la tienda y otro joven fueron los que me defendieron, ellos les dijeron a las señoras que no me iban a sacar de mi casa”, relató.
La mamá de los tres pequeños que resultaron contagiados tiene miedo de que sus hijos sigan siendo discriminados cuando regresen a clases.
Los tres ya mejor no quieren seguir con sus estudios.
“Yo tengo miedo de lo que vaya a pasar con ellos cuando regresen la escuela.
Es como dice mi esposo a mí que me hagan lo que quieran pero a mis hijos no”. Gómez Palacio, Dgo.
Y es que a los tres menores; un niño de 7 años, una pequeña de 10 y un joven de 15 se les diagnosticó Influenza.
Los hechos se registraron la semana pasada cuando Rosy, madre de los tres menores que resultaron contagiados observó que su hijo de 7 años tenía temperatura elevada. En cuestión de horas sus otros dos hijos, la niña de 10 y el adolescente de 15 también enfermaron.
“Yo me fui de inmediato al Seguro.
Ahí les hicieron una prueba y me dijeron que mis hijos tenían influenza, en ese momento no me precisaron si era de la estacional o la del nuevo virus.
Para evitar contagios pues fui con el director de la escuela donde estudian mis hijos los más chicos y les dije que les habían detectado influenza, después me arrepentí”, expresó.
Después de que Rosy notificó al plantel educativo para que tomaran las medidas de prevención necesarias, las madres de familia y vecinos de ese sector habitacional se enteraron y su reacción no fue nada agradable.
“Me mandaron hasta la patrulla y estaba aquí afuera una ambulancia. Yo estaba adentro de mi casa con mis tres hijos y llegó un paramédico a preguntarme que qué estaba pasando porque le habían hablado diciéndole que tenía a mis niños muy graves.
Yo le dije que tenían influenza pero que ya estaban en tratamiento”.
Los paramédicos se disponían a retirarse del lugar, pero los vecinos no los dejaban, querían que se llevaran tanto a la madre como a los tres menores de la colonia, pues decían que no querían resultar contagiados.
“El joven de la Cruz Roja regresó a mi casa y me dijo que saliera a calmar a mis vecinos, que no los dejaban ir hasta que nosotros nos fuéramos con ellos. Yo no salí tenía miedo de que me fueran a linchar”, mencionó Rosy al recordar el amargo momento.
La madre de familia preocupada por su seguridad pero sobre todo la de sus pequeños se comunicó con su esposo quien se encontraba en el trabajo.
Él llego minutos después muy asustado, hasta la fecha sigue molesto por la situación que le hicieron pasar sus seres queridos.
“Yo le hablé a mi esposo, cuando llegó estaba bien asustado, dice que venía dispuesto a sacar palos y lo que fuera para defenderme pues creía que me estaban agrediendo. Sigue muy enojado, ya no quiere que tratemos el tema.
Mis vecinos, el encargado de la tienda y otro joven fueron los que me defendieron, ellos les dijeron a las señoras que no me iban a sacar de mi casa”, relató.
La mamá de los tres pequeños que resultaron contagiados tiene miedo de que sus hijos sigan siendo discriminados cuando regresen a clases.
Los tres ya mejor no quieren seguir con sus estudios.
“Yo tengo miedo de lo que vaya a pasar con ellos cuando regresen la escuela.
Es como dice mi esposo a mí que me hagan lo que quieran pero a mis hijos no”. Gómez Palacio, Dgo.
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