Ello con el "propósito de planificación, no como predicción", dice Takeshi Kasai
Responsables regionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimaron necesario hacer arreglos con vistas a una tasa de mortalidad de un 0.1% a un 0.5% a causa de la gripe AH1N1, al tiempo que aseguraron que esas cifras no representan el número de fallecimientos previstos. El japonés Takeshi Kasai, asesor regional de la OMS para la Respuesta y el Seguimiento de Enfermedades Transmisibles, insistió hoy en Hong Kong en que, si bien no hay un método unificado entre países para contabilizar la tasa real de mortalidad debida a la gripe AH1N1, es necesario mantener esas cifras con el "propósito de planificación, no como predicción". Según Kasai, que participa en un foro regional junto a delegados de Salud de países y territorios del Pacífico Occidental (además de países como EU, Francia y Reino Unido), las estadísticas hablan de un 20 a 30% de la población infectada por el virus. De esa cantidad, entre un 2 a 9% ha tenido que ser hospitalizada; de los cuales, la tasa de mortalidad ha sido de un 0.1 a un 0.5 por ciento. Varios delegados, entre ellos los de Francia y Singapur, discutieron hoy la exactitud de la tasa, que consideraron necesaria rebajar a un 0.01 por ciento, insistiendo en que no se tiene en cuenta el número real de infectados, un número que buena parte de los países ha dejado de contabilizar. El Pacífico occidental ha registrado hasta el 19 de septiembre 352 muertes a causa de la gripe AH1N1, de las cuales un 75 por ciento ocurrió en pacientes con patologías previas. Kasai no escondió que le "preocupa mucho" la muerte del 25% restante, los pacientes sanos. El delegado de la OMS avanzó una hipótesis (la que más le "convence" de todas las que se barajan) que, de confirmarse, explicaría estos fallecimientos en gente sana y, según la cual, "hay un grupo de gente que permite duplicar rápidamente el virus" en su organismo. Kasai insistió en que de momento se desconoce la evolución futura del virus de gripe AH1N1, si será "más agudo o leve como ahora", no obstante insistió en la necesidad de prevenir para uno mismo, "con lo que se previene que otras personas se contagien". En relación a las vacunas hechas en China frente a la gripe AH1N1 Kasai afirmó que, a partir los datos iniciales que le ha presentado la delegación del país asiático, está "muy convencido de que el ensayo es riguroso, por el número de gente sobre el que se ha llevado a cabo el estudio clínico y por el protocolo seguido". El delegado de la OMS aprovechó para subrayar que el "antiviral no es una bala mágica", y que es "necesario trabajar con más herramientas para prevenir muertes", enfatizando en el "control de la infección". Hans Troedsson, director de Gestión de Programas de la OMS, aseguró que entre los retos próximos a hacer frente se encuentra la capacidad de vacunar a grandes partes de la población en un corto periodo de tiempo y tener sistemas sanitarios preparados para hacer frente a la segunda oleada. No obstante, alentó a los presentes en el Hotel Shangri-La, donde tiene lugar el foro, con la afirmación de que si algo se ha visto desde el estallido del brote y su evolución posterior es que "estamos en buena forma", gracias a que "estábamos bien preparados" y a una comunicación efectiva. Hong Kong, China
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