Pretenden ahorrar 170 mde
Las dosis fueron ordenadas el año pasado
España devolverá a los laboratorios unos 24 millones de dosis de vacuna contra el virus A/H1N1 de la influenza humana que ordenó el año pasado, reveló hoy aquí la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez. La ministra indicó que ello permitirá al país un ahorro de 170 millones de euros (245 millones de dólares).
"De los 37 millones de dosis que habíamos reservado, solamente nos han servido 13 millones", dijo Jiménez, quien explicó que la diferencia se debe al cambio en la orientación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En un primer momento, el organismo afirmó que serían necesarias dos dosis de la vacuna para cada paciente a fin de que el tratamiento fuera eficaz, pero después de nuevos estudios acerca de la influenza humana, cambió esa recomendación para apenas una dosis por persona.
Por esa razón, diversos países europeos ahora acumulan grandes excedentes de vacuna y enfrentan críticas por la forma en que han administrado la situación.
En Francia sólo se han utilizado cinco millones de los 94 millones de dosis adquiridas y el país intenta ahora revender su excedente.
Al mismo tiempo, Bélgica anunció que donará a los países más pobres un 10 por ciento del total de 11 millones 340 mil dosis de que dispone.
Por su parte, España se beneficia de una cláusula en su contrato con las compañías farmacéuticas que prevé la devolución de las vacunas sobrantes.
De acuerdo con Jiménez, nueve millones de las vacunas usadas por España han sido destinadas a los grupos de riesgo y los cuatro millones restantes quedaron en la reserva del Estado "para atender cualquier eventualidad".
"Queremos mantener esa reserva, teniendo en cuenta que es muy probable que el virus circulante el próximo año sea el de la gripe A y, por tanto, pueda servir incluso el mismo medicamento", sostuvo.
La ministra rechazó que la respuesta del gobierno español a la epidemia o las recomendaciones de la OMS haya sido exagerada y afirmó que "volvería a tomar las mismas decisiones".
"Había una enorme preocupación, porque desconocíamos cómo se comportaría (el virus) y, por lo tanto, nuestra obligación era tomar las medidas pertinentes", argumentó.
Bruselas, Bélgica
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