El uso de tapabocas resulta útil para impedir la propagación de la influenza humana sólo cuando se combina con el lavado de manos, reveló hoy un estudio."Cuando personas enfermas y sus familias usan tapabocas y se lavan las manos dentro de las primeras 36 horas de los síntomas, es menos factible que los miembros saludables de la familia sean infectados con influenza", indicaron los autores del estudio.El estudio fue realizado con pacientes de influenza regular temporal, pero sus autores creen que los resultados pueden aplicarse al virus de influenza humana AH1N1.La investigación, encabezada por el doctor Benjamín Cowling de la Escuela de salud Pública de la Universidad de Hong Kong, fue publicado este lunes en Estados Unidos en la revista especializada Annals of Internal Medicine."Nuestros resultados sugieren que, de hecho, la transmisión puede detenerse con precauciones simples", señaló Cowling, en sus conclusiones.Cowling y sus investigadores revisaron 407 casos de personas enfermas con influenza regular de temporada.Los pacientes fueron divididos en tres grupos, el primero de los cuales fue informado de los beneficios de una dieta saludable y de los estilos de vida para prevenir enfermedades.A los miembros de un segundo grupo se les indicó que se lavaran sus manos con agua y jabón en forma frecuente, incluyendo cuando tosieran, y que utilizaran un paño con alcohol para limpiarse las manos tras tocar superficies contaminadas.A un tercer grupo se le pidió que se lavara las manos y utilizara tapabocas en sus casas con tanta frecuencia como fueraposible. Los investigadores encontraron que cuando la gente y sus familias usaban tapabocas y se lavaban las manos dentro de las primeras 36 horas de sentir los síntomas de influenza, los miembros de sus familias presentaban menos probabilidades de ser infectados.Sin embargo, aquellos que comenzaban a usar los tapabocas después del periodo de 36 horas, no registraron beneficio alguno. Al juntarse con el lavado frecuente de manos, el uso de tapabocas funcionó mejor, aunque los investigadores no pudieron determinar de manera concluyente cuál de esos dos factores era el responsable de la caída en las infecciones en los miembros de las familias.Cowling dijo que los resultados se aplican en definitiva al virus AH1N1, porque la influenza humana es transmitida en forma similar a la influenza de temporada.En la actualidad, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que financió parte de la investigación, no recomienda el uso generalizado de tapabocas o respiradores para prevenir las infecciones de AH1N1 por la incertidumbre de su beneficio.El CDC ha señalado que los tapabocas son recomendables sólo si la persona está en un alto riesgo de registrar complicaciones por la influenza, como son las embarazadas, y no tiene ninguna otra opción más que ser el principal cuidador de una persona infectada con H1N1.A pesar de los resultados del estudio, la vocera del CDC, Artealia Gilliard, dijo que no existen planes de que cambien lasguías actuales de uso para los tapabocas. (Con información de Notimex/GCE) Dallas, Texas, EU (EL Financiero)
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