lunes, 6 de julio de 2009

En dos meses, 8 mutaciones de la influenza A(H1N1)

Latente, el riesgo de que se convierta en un virus más peligroso
No debe bajarse la guardia, puede llegar a ser letal
Está en 121 países y su futuro sigue siendo incierto
Por Rosalía Servín Magaña

A más de dos meses de la aparición del virus de influenza A(H1N1), que causó una pandemia mundial y ya registra más de 80 mil casos y 337 muertes en 121 países, su futuro sigue siendo incierto.
Se sabe que ha sufrido ocho mutaciones y que es latente el riesgo de que se convierta en un virus más peligroso, pero mientras las investigaciones continúan, autoridades confían en que será con la creación de la vacuna y la prevención como se controle la propagación del patógeno, algo que para los expertos sólo será posible lograr con el reforzamiento de los sistemas de salud y el hecho de que todos tengan acceso a éstos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido insistente al señalar que el virus A(H1N1) es "caprichoso", por lo que de él sólo pueden esperarse sorpresas, para las cuales se debe estar preparados.
"Hay más incertidumbres que certezas en la evolución del virus, pues su comportamiento ha mostrado su potencialidad de cambiar y combinarse", señaló Mirta Roses, directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al reconocer que el patógeno "todavía puede dar sorpresas", razón por la cual no se debe bajar la guardia.
Y es que uno de los grandes temores es que el virus llegue a combinarse con otros patógenos igual o más virulentos que él, como es el caso del H5N1 de la influenza aviar, que es del que en realidad se esperaba la pandemia.
Para Mirta Roses, "realmente no se sabe lo que viene con este virus (H1N1)", además de que las hipótesis que hasta el momento existen, para ella son "casi de ciencia ficción".
Así también lo admite John Andrews, epidemiólogo de la OPS, quien sostiene en entrevista que es "imposible mirar el futuro" respecto a lo que pasará con este patógeno.
"Así es el mundo de las bacterias y los virus, y el de la influenza A(H1N1) es uno que tiene un riesgo a cambiar en cualquier momento y dirección. Por eso es casi imposible mirar ese futuro, de ahí que lo importante es mantenernos vigilantes", asegura.
Letalidad, una incógnita
Timothy Uyeki, director adjunto de epidemiología y prevención de la División de Influenza del Centro de Control de Enfermedades (CDC), de Estados Unidos, considera que con lo que ahora se sabe del virus —en especial su facilidad de mutación—, es creíble su capacidad de causar enfermedades más severas en las personas, "por lo que es fundamental que en todo el mundo haya vigilancia de los cambios antigénicos y genéticos del virus, no sólo en humanos, sino en animales".
En ello coincide Armando Ahued, secretario de Salud del Distrito Federal, quien señala que hasta el momento el virus ha mutado ocho veces, de manera que la probabilidad de que vuelva a hacerlo, existe.
"El problema es que no está descartado que siga el comportamiento con pocos muertos, puede volverse letal", enfatiza en entrevista.
Al reconocer la debilidad de los sistemas de salud de una gran parte del mundo, la secretaria de salud y servicios humanos de Estados Unidos, Kathleen Sebelius, ha enfatizado que dependerá de la habilidad de los países para atender la salud de su población, el hecho de que el virus actúe con más o menos severidad.
Cabe destacar que eso es parte del reto que México debe vencer a velocidad. De acuerdo con Hugo López Gatell, especialista de la Secretaría de Salud, el país requiere con urgencia mejorar su sistema de salud para evitar más muertes y contagios ante un posible rebrote en invierno.
Otro de los puntos más complicados de la epidemia mundial, reconocen expertos, es la disponibilidad de antivirales y especialmente de vacunas. A decir de Cuauhtémoc Ruiz Matus, consejero sobre inmunización de la OPS/OMS, a pesar de que aún se trabaja en el desarrollo de una vacuna, entre el 60 y el 80 por ciento de la producción mundial ya está vendida a países desarrollados.
"En el mejor de los escenarios, a los países en vías de desarrollo les corresponderá entre un 10 y 20 por ciento de las vacunas que puedan surgir en los últimos meses del año", advierte. (Con información de El Financiero/APB) México, D.F. (El Financiero)

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