Imposibilitado para declarar la emergencia sanitaria, el gobierno argentino coordinó ayer el mismo accionar de todas las provincias para combatir el virus de la influenza A (H1N1), que oficialmente ya provocó 60 muertos y ha afectado a varios líderes políticos
Imposibilitado para declarar la emergencia sanitaria, el gobierno argentino coordinó ayer el mismo accionar de todas las provincias para combatir el virus de la influenza A (H1N1), que oficialmente ya provocó 60 muertos y ha afectado a varios líderes políticos.
"El 90% de la gripe que afecta a los argentinos es la del tipo A", dijo el ministro de Salud, Juan Carlos Manzur, al concluir una reunión con sus pares provinciales, donde se acordó "aplicar las mismas medidas en todo el país, como por ejemplo medicar los antivirales, incluso a los casos sospechosos".
La reclamada emergencia sanitaria, que sólo 11 provincias adoptaron pero que el gobierno no llegó a imponer se debió a que estaba vigente desde 2002, como consecuencia de la crisis social de 2001. En ese momento la sancionó el entonces ministro Gines González García, pero nunca fue derogada hasta hoy ni por él ni por ninguno de sus sucesores.
La improvisación y el descontrol parece volver a manifestarse en ámbitos políticos, ante una emergencia que el gobierno no sancionaba porque nunca antes había sido derogada.Cierran teatros
No obstante, los empresarios teatrales decidieron ayer suspender las funciones hasta el próximo miércoles 15 de julio ante la situación planteada y, porque la venta de boletos "cayó más de 80%", según el empresario Carlos Rottemberg.
En medio del avance de la influenza, ayer el ministro de Salud de Bolivia, Ramiro Tapia, había advertido que su gobierno estudiaba cerrar temporalmente la frontera con Argentina.
Más tarde, la embajadora boliviana, María Leonor Arauco Lamaitre, lo negó, aunque advirtió que el ministro Tapia viajará a Buenos Aires para reunirse con su par Manzur y "coordinar el tema de la gripe", ya que para la funcionaria la idea del cierre fronterizo "ha sido un rebote de prensa sin sentido".
Tampoco Argentina cerró la frontera cuando en Bolivia, en febrero último, se desató un epidemia de dengue. Por ahora el gobierno boliviano decidió sólo "reforzar la prevención y el control de la nueva gripe A en los controles fronterizos".
Mientras el gobierno insiste con que son 60 los muertos hasta ahora provocados por el virus, otras fuentes hablan de 66 víctimas mortales. Incluso, el gobernador de Salta, Juan Manuel Uturbey, lo mismo que el presidente del radicalismo, el senador Gerardo Morales, se encuentran aislados a la espera que se determine si están afectados por la influenza A. Buenos Aires, Argentina/José Vales (El Universal)
martes, 7 de julio de 2009
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